Los pasados días 28 y 29 de mayo, las clases de 3º y 4º visitamos Mercagranada, centro logístico y de servicios de productos frescos de la provincia de Granada.
El objetivo de la visita era conocer cómo funciona este centro de distribución de alimentos, cuya actividad comienza a las 5 de la mañana y al que asisten muchos comerciantes de la capital y la provincia granadina para surtir sus comercios.
Nada más llegar, nos colocaron a todos unos chalecos autorreflectantes, ya que, debido al movimiento de vehículos y personas, era una medida de seguridad necesaria.
En primer lugar, nos dirigimos al Banco de Alimentos de Granada (BAG), donde voluntarios y voluntarias reciben todos los alimentos que los comerciantes de Mercagranada donan a esta organización, ya sean productos perecederos (fruta, verdura, carne o pescado), como no perecederos. Allí los organizan y los custodian para luego hacerlos llegar a distintas organizaciones y asociaciones, que son las encargadas de distribuir los alimentos a las familias más necesitadas.

Después, visitamos el pabellón con el techo de color verde, donde estaban los puestos de fruta y verdura. In situ, recordamos las partes de una planta, las que son comestibles, las diferencias entre una fruta y una verdura y la conservación de dichos alimentos. En este pabellón pudimos observar todavía algo de actividad. Los comerciantes aún estaban con los carros y toros mecánicos cargando caminos y guardando mercancía.

Más tarde, nos fuimos al pabellón de techo rojo, donde se venden productos cárnicos de distinta procedencia, legumbres... De este pabellón nos fuimos al de techo azul, el de pescado, donde ya no había rastro físico de la actividad matinal, mas que el olor de la materia prima.
Después de este recorrido, desayunamos con muchas ganas y cogimos energía para hacer un taller de alimentos. En el aula didáctica de Mercagranada, pudimos ver, oler, tocar y degustar distintos productos frescos del día, tanto frutas y verduras como pescado y marisco. ¡Fue muy divertido jugar con los sentidos!


Finalmente, nos regalaron un delantal y un gorro de cocineros para que nos convirtamos en chefs de los productos de nuestra tierra.

De vuelta en el autobús, fuimos recordando lo vivido y aprendido: la importancia de saber la procedencia de los alimentos que consumimos, el conocimiento de todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás de cada comercio granadino y lo interesante que es conocer las distintas formas de organización y funcionamiento de nuestra sociedad.
Gracias a Mercagranada y al Banco de Alimentos de Granada, por abrirnos sus puertas y dejarnos seguir aprendido. ¡Volveremos!